
Quiero morder tu carne,
empezar por tus brazos hermosos
seguir por ese pecho con el que sueñan mis sueños
ese pecho donde se esconde mi cabeza
hurgando la ternura,
ese pecho que suena a tambores y vida.
Quedarme allí un rato largo
enredando mis manos
en ese bosque de arbustos que te crece
suave y negro bajo mi piel desnuda
seguir después hacia tu ombligo
hacia ese centro donde te empieza el cosquilleo,
irte besando, mordiendo,
hasta llegar allí
a ese lugar -apretado y secreto-
que se alegra ante mi presencia
que se adelanta a recibirme
y viene a mí
en toda su dureza.

Bajar luego a tus piernas,
con las que vienes a mí
con las que me sostienes,
las que enredas en la noche entre las mías.
Besar tu boca,
hasta llenarme de ti,
hasta que entres en mí,
con la fuerza de la marea
y me invadas con tu ir y venir
de mar furioso
y quedemos los dos tendidos y sudados
en la arena de mis sábanas.
2 comentarios:
Monny, cualquier cosa que pueda escribir, en este minuto no se asomaría a tu hermoso poema.
Estar conectado con el otro, respirarlo, fusionarse, esa la expresión máxima del amor.
Me encanto el poema, precioso, sigan enredándose y amándose hasta mas no poder.
Besos desnudos e insomnes…
Tuve la suerte, de vivir el amor a flor de piel en mi temprana adolescencia, a los 15 años, llené mi cuerpo de sensaciones que no podría describir, el amor, y la carne son un gran complemento. Lamento por aquellos/as que no conocen la fusión del amor y la carne. Muy lindo lo que escribes Monny, y muy gráfico también!!.. Un beso grande.
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