Compartir es partir el pastel de la vida en dos,
para entregarlo con una sonrisa
sin esperar nada a cambio.
Compartir una mirada es ver
un poco más allá de la realidad.
Entregar las llaves de tu vida
a un alma gemela.
Bañarse en el mismo mar donde rompen las olas
empeñadas en acercar confidencias
nunca confesadas..
pensamientos callados,
deseos frustrados,
realidades cotidianas
o sueños imposibles.
Compartir es acariciar con palabras sinceras,
con miradas que lo dicen todo
con las manos...
con el alma...
con la boca...
con el sexo.
Compartir es estremecer a otra persona
con un sentimiento olvidado,
una isla llena de pasión,
el aroma de una flor,
un montón de estrellas
o una nube de algodón.
Compartir es dar calor
en una dura noche de invierno.
Acudir al abrazo tranquilizador
que nunca te abandona,
sin preguntas,
sin respuestas,
en silencio...
solo un beso.
Compartir es sentir inténsamente la vida
con alguien que sabe contar las estrellas
aunque sea de dia.
Entregar a quien quiere recibir,
es el placer de sentirse vivo.
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