
Caminarón unidos por aquel pasillo que los llevaría a la gloria,
entrelazadas sus manos
con sus corazones palpitantes de Amor y de deseo,
si allí estaban en aquel hermoso cuarto,
solos él y ella,
hombre y mujer,
unidos en pasión y deseo.
Su cuerpo temblaba de pasión,
de aquella que solo él podía brindarle,
ese placer que solo él podía hacerla sentir,
con cada arremetida que sentía,
olas de placer subían por su cuerpo de una forma interminable,
podía sentir sus quejidos o ¿eran los suyos?,
no importaba mucho en ese instante.
Sentía todo su ser palpitante,
todo él en sus entrañas,
ya no había regreso,
solo un largo camino de placer junto a él
ya el camino se había iniciado
ya no había retorno
la pasión la había encendido
y no dejaría que se apagara,
ya sentía como corría dentro suyo
explotando dentro de su ser
la magnifica sensación de placer y lujuria
que solo el podía enseñarle...
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